La llegada de la II República creó en muchos españoles esperanzas de cambios que no fueron atendidos con el alcance y la rapidez esperadas. La crisis económica mundial iniciada en 1929 afectó, sobre todo a partir de 1933, a determinados sectores -agricultura de exportación, marina mercante, inversión extranjera, retorno de emigrantes…- sin embargo, España soportó mejor que otros países occidentales el impacto global de la Gran Depresión. Entre 1931 y 1935 hubo una gran estabilidad de precios y la Renta Nacional a precios constantes, tuvo un crecimiento anual medio del 1% -1,5%. En 1935 - tras dos años sucesivos de crecimiento económico y atenuadas las causas internas de la depresión - España podía considerar superada la crisis económica. Entre las expectativas de reformas sociales, la reforma agraria y la consiguiente redistribución de la tierra, fueron las que trajeron mayores decepciones y derivaron en los primeros procesos de radicalización política.


Arquitectura y Urbanismo

A lo largo de los años veinte y treinta del S. XX se ponen en marcha ambiciosos proyectos urbanísticos que tienen como precedente la construcción de la Gran Vía madrileña o las colonias obreras a imitación del modelo urbano de ciudad jardín de Howard. La Segunda República fue por tanto, un periodo fecundo para la arquitectura y el urbanismo de Madrid. Dos razones se combinaron para ello: una mayor apertura hacia las nuevas corrientes estilísticas y la creación de numerosos equipamientos sociales. El racionalismo apareció como un nuevo lenguaje arquitectónico siendo uno de sus máximos exponentes el arquitecto francés Le Corbusier y siendo ejemplos arquitectónicos de esta época el edificio de Nuevos Ministerios y La casa de las Flores donde vivió Pablo Neruda entre 1934 y 1936.

Nuevos Ministerios 1935
Gran Vía 1931
Piscina La Isla 1931


Diarios y Revistas

En los años 30 los periódicos de empresa se han consolidado frente a la Prensa de partido propia de periodos anteriores. Las empresas informativas, lideradas por diarios como ABC, El Debate, Heraldo de Madrid, la Voz o Ahora, buscan una rentabilidad que les permita mantener las tiradas y no perder su contacto diario con los lectores. La fotografía ocupa ya destacados espacios en las publicaciones y el uso del color se ha generalizado. Revistas como Estampa, Mundo Gráfico o Crónica son durante la II República, las favoritas de los españoles. Los periódicos costaban 10 céntimos el ejemplar.

Diario Ahora 1936
Revista Estampa 1935
Revista Lecturas 1936


Radio y Música

La proclamación de la II República se hizo ante los micrófonos de Unión Radio -antecedente de la actual Cadena Ser- en el célebre edificio de la Gran Vía madrileña. En estos años tiene lugar el despegue de la radiodifusión en España aunque solo unos pocos podían disfrutar de los primeros receptores debido a los elevados precios de los aparatos. La radio era musical, de entretenimiento, con emisiones en directo y en los propios estudios. Pero la radio se convirtió además en un medio para la difusión de mensajes políticos, especialmente en las campañas electorales de 1933 y 1936. El diario hablado La Palabra, fue el primer informativo de la historia española y el más exitoso de la época. En él, Josefina Carabias se consagraría como la locutora de referencia de la emisora. También, Ramón Gómez de la Serna o José Ortega y Gasset utilizaron la radio para dar difusión a muchas de sus conferencias. Durante estos años comenzaron a grabarse los primeros discos en los estudios de Radio Barcelona y aparecen gran número de estaciones locales, las famosas EAJ. En esos años suenan las grandes voces de la copla y de la canción española. Imperio Argentina, Celia Gámez y Concha Piquer con su célebre “Ojos verdes” se consagraban como las estrellas del momento.

Pobreza de Carmelita Aubert
1936
El enchufe de Enriqueta Serrano
1932
Pronto lo vas a saber de Lola Cabello 1936


Moda

Los patrones de moda femeninos se vuelven más sugerentes y el cuerpo de la mujer recupera protagonismo. Cinturas marcadas, cortes al bies, pliegues y drapeados. La mujer se vuelve sofisticada: utilizaba carmín y sostén. El cine convirtió a Joan Crawford o Barbara Stanwyck en diosas del celuloide y mitos para generaciones de españolas que se veían muy lejos de lucir las gasas, los zorros y las plumas que adornaban sus diseños de gala. Mainbocher o Coco Chanel marcaban las pautas en el vestir, aunque los años treinta darían también una magnífica generación de modistos españoles: Balenciaga, Pedro Rodríguez o Antonio Castillo tendrán que continuar sus exitosas carreras en París una vez que comience la Guerra Civil. Pero la mayoría de las españolas no estaba para las medias de nylon con las que deslumbraban las grandes divas de la época y se tenían que conformar con copiar los patrones que la revista Moda Práctica vendía en sus ejemplares.

Revista Moda Práctica
Revista Moda Práctica
Revista Moda Práctica


Feminismo

Durante la II República la mujer gana protagonismo en la esfera pública. A las renombradas Victoria Kent, Margarita Nelken o Clara Campoamor –impulsora del derecho al voto femenino- se unen los nombres de toda una generación que abogó por la dignificación del trabajo femenino y la mejora en las condiciones de las mujeres desde perspectivas que van desde el sindicalismo católico a la militancia política más conservadora. Con el impulso que María de Maeztu había dado a la “Residencia de Señoritas” personalidades como Maria Goyri, defensora acérrima de los derechos de la mujer y magnífica pedagoga, María Zambrano o María Moliner, pasan a engrosar la lista de tantas mujeres que destacaron por su capacidad intelectual y profesional.

Lyceum Club Femenino
Residencia de señoritas
Concha Espina


Publicidad

Desde finales de los años 20 y durante la década de los 30, la publicidad en España vivió una edad de oro debido por un lado al impulso de la industria moderna y por otro al desarrollo de los medios de comunicación y la proliferación de diarios y revistas que se convirtieron en el escaparate perfecto para anunciar los productos que mejorarían la vida del consumidor moderno. Cartelistas como Federico Ribas, pintores como Romero de Torres, empresas de artes gráficas y agencias de contratación de espacios en los medios son los encargados de llevar las riendas de la comunicación dirigida a los consumidores.

Galletas Chiquilín 1936
Radio Philips 1936
Cafiaspirina 1936